Serà precís?

No entro en si estas situaciones son adecuadas y convenientes, positivas o negativas ..., simplemente las apunto por el grado de estupor que causan en mi cada vez más desorientado cerebro ...

-- Esta mañana, caminando por el jardín del Turia (uno ha de cuidar su cuerpo serrano), me crucé con una mujer que venía corriendo con un carrito de bebé ... hasta ahí todo más o menos normal ... al fijarme en el carrito vi a un bebé dulcemente dormido, seguramente por el traqueteo, empujado por, supongo, su madre ... embarazadísima!!!, calculo de unos 6 a 8 meses ... Lo siento, no estoy preparado para estos impactos.

-- Vista en el autobús la imagen: ¿por qué han de ser los no-autóctonos los que muestran sin complejos la bandera nacional?, ¿será porque ellos no son sospechosos de fascistas?

-- Desde hace unos días venimos observando en los medios de comunicación al presidente de nuestro gobierno moverse entre honores, loas y aplausos por parte de sus acólitos (es decir, servidores).

Según comenta el periodista González Urbaneja "sentir el aplauso de los propios debe generar seguridad, agradecimientos, y quizá fortaleza ..."; lo ignoro, pero a mí me produce sonrojo y vergüenza ajena.

Cualquier día veremos al patriota de Galapagar salir a la puerta de su casoplón para ser aplaudido por su señora compañera y viceversa.

Debe ser la fiebre de agosto que me ataca.

Feliz mes playero.