Buenas noches, príncipe del desierto

Después de 60 noches escuchando estas palabras y durmiendo a nuestro lado, en principio sin saber su significado y al final comprendiendo y captando su sentido, hoy has partido para volver con tu familia y amigos, a tu vida y lugar cotidianos, que seguro no son los mejores del mundo pero son los tuyos, dejándonos un poco huérfanos y desangelados.

Han sido 2 meses plenos de dedicación y convivencia a tu lado, ocupando todo nuestro espacio vital, en los que hemos dado lo que tenemos y sabemos en pos de tu bienestar y felicidad.

Así has descubierto un mundo y una forma de vivir completamente distinta a la tuya, un idioma que te servirá para el futuro y una cultura totalmente diferente a la tuya, donde la mujer se iguala con el hombre (entre otras características).

Por nuestra parte una vez superado el periodo de lógica incomunicación verbal, nos hemos sentido totalmente satisfechos con tus progresos, tus deseos de colaborar en todo, de conocerlo todo, tu curiosidad por todo, aunque no hayamos sido capaces de vencer por completo ese bloqueo afectivo que te caracteriza (no fotos, no halagos, no abrazos).

Toda nuestra familia (Valentín, Filo, Luisa, Sofía, Antonio y Melania, Valentín hijo y Alicia) te hemos acogido con los brazos abiertos y tú has sabido correspondernos a tu manera especial de niño saharaui.

Y ya sabes lo que dijo ET: mi caaaaaasa de Valencia.